Iglesia Vasca Euskal Eliza
1.- Si tienes claro el significado de palabras como EUSKAL HERRIA, EUSKADI, IPARRALDE, NAFARROA (Navarra), NAFARROA OSOA, etc., algo que no siempre resulta fácil por la intensa manipulación de las palabras, puedes pasar de este párrafo... pero, ¿estás seguro de que utilizas correctamente cada una de ellas?
2.- Euskal Herria, actualmlente es un pueblo dividido artificialmente y minorizado culturalmente. Padece una división territorial, política y cultural impuesta violenta e irracionalmente a nuestro pueblo. Y es esa misma e injusta división la que acepta nuestra iglesia para su organización juridica y pastoral. Aunque tenga que resignarse en la práctica a la realidad que es más terca que las leyes y los deseos.
3.- Igualmente, o como consecuencia de ello, nuestra iglesia está pastoralmente fraccionada por intereses políticos ajenos a su misión. Nos referimos concretamente a la organización de la Iglesia de Dios que vive en Euskal Herria, en Diocesis y como Provincia eclasiástica. Sin hablar de una conferencia episcopal vasca, que también ha formado parte de las reivincicaciones de nuestras comunidades cristianas.
4.- Se trata de un viejo problema no resuelto, que incide en la posibilidad real de una inculturación liberadora de la fe en la reallidad, las necesidades y la matriz cultural de nuestro pueblo. "El pueblo vasco tropieza con serios obstáculos para poder conservar su propia identidad... Su propia lengua está sometida a notorias restricciones", decía ya el perseguido obispo de Bilbao, Añoveros en la famosa homilía que se predicó en todas las parroquias de Bizkaia el 24 de febrero de 1874. Y esta situación no ha desaparecido y es más relevante actualmente en Nafarroa. 5.- La vieja y sentida exigencia de la constitución de una provincia eclesiástica vasca, que responda al hecho cultural diferenciado y no a intereses políticos, viene de muy lejos y vuelve a emerger en todos los momentos críticos.
6. Sin embargo, porque los hechos y las realidades son como son, las cinco diocesis vascas mantienen y han mantenido siempre niveles, a veces intensos, de colaboración y de coordinación de la pastoral entre ellas, tanto a nivel oficial, entre sus obispos y sus curias, como en el marco de la pastoral de nuestra iglesia popular vasca a través de los cinco diocesis.
NOTICIAS - BERRIAK
Para estar al tanto del día a día de nuestro pueblo y de nuestra iglesia, podeis recurrir a la página de enlaces donde encontrareis periodicos, revistas o direcciones electrónicas de las distintas diocesis...
Benito XVI, obispo de Roma, pide esfuerzos por la paz en EH.La primera reaccion de la Conferencia episcopal española fue coincidente con la postura de Rajoy y el PP y calificón el Alto a fuego permanente de ETA como algo "insuficiente". Los obispos vascongados y el obispo de Baiona reaccionaron anunciando tiempos de esperanza y de oportunidades... Ahora, el obispo de Roma, Benito XVI, da su espaldarazo a nuestros obispos...
Orientaciones de los obispos de vascongadasante el Alto el fuego de ETA.Como viene siendo habitual, también ahora, los obispos de Bilbo, Gazteiz y Donosti, y no así Fernando de Sebastián, obispo de Iruña, desligan a las comunidades cristianas vascas de la orientación de la conferencia episcopal española, y dan una linea de aceptación y de esperanzas frente a la proclamación del Alto al fuego permanente de Eta.
El espíritu de Cisneros vuelve a revolotear sobre el castillo de XabierParece que de nuevo los aires de la conferencia episcopal española estuviera preparendo un documento sobre el "valor eterno" o "bien común" de España para imponer otro mandamiento de la ley de Dios: "Amad a España". Se nos amenaza nuevamente con que "“El Episcopado español está preparando afanoso un documento político, que no religioso, sobre la unidad de España como un gran bien moral. ¿Gran bien moral para quién?”.Solidaridad con los enjuiciados en el macrojuicio 16/98 Uno de los hechos mas significativos donde se refleja de manera clara la problemática que vive el pueblo vasco en estos momentos es el Macrojuicio que se está llevando a cabo en la casa de Campo de Madrid contra la mayoría de los movimientos populares de Euskal Herria.
Solidaridad con las victimas de la masacre de Gazteiz marzo del 76El 3 de marzo de 1976 aconteció el asesinato de los cinco obreros que estaban realizando una asamblea en el templo de San Francisco de Gazteiz. Alrededor de este hecho nacio la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria...
El obispo de Bilbo presidente de la Conferencia episcopal española.Ha resultado una gran sorpresa para casi todos el nombramiento del obispo de Bilbao para la presidencia de la conferencia episcopal española... desbancando a los cardenales y arzobispos que aspiraban... El arzobispo de Toledo aboga por «la unidad de España»·Afirma que «es un problema que atañe a una cuestión moral». Ahora recibimos la noticia de que ha sido nombrado cardenal por el Papa Benito XVI.
Mons. Uriarte, obispo de Donostia, en la homilia de la fiesta de San Ignacio, afirma que, en el estado, la división de poderes debe ser clara: «Ha de evitarse incluso toda apariencia de subordinación entre estos tres grandes pilares del Estado»
Anasagasti (AEJ) acusa al arzobispo de Madrid de ser "representante del PP en la conferencia episcopal de obispos y no el pastor universal"
El cardenal Roger Etchegaray, conscientemente navarro de Iparralde (Behe Nafarroa), recibe el premio a la Paz de parte de la UNESCO.
A Su Santidad, el Papa Juan Pablo II.
(En la pasada Semana de Pascua-2003, 530 sacerdotes de toda Euskal Herria han enviado esta carta, juntamente con todas las firmas, al Papa Juan Pablo II, a través del nuncio apostólico de Su Santidad en Madrid. Asimismo, ha sido entregada una copia de la misma a los obispos de Baiona, Bilbao, Pamplona/Tudela, San Sebastián y Vitoria. He aquí el texto)Santo Padre : Su próxima visita al Estado español nos mueve a dirigirle esta carta firmada por sacerdotes de la Iglesia en Euskal Herria de la que forman parte las diócesis de Baiona, Bilbao, Pamplona/Tudela, San Sebastián y Vitoria donde colaboramos desde nuestro ministerio pastoral para hacer presente el reino de Dios de justicia, de amor y de paz en medio de los conflictos que como Pueblo vivimos. Atendiendo su deseo de escuchar y relacionarse con los Pueblos donde vive la Iglesia que Ud. preside en la caridad, deseamos presentarle nuestras inquietudes vividas como sacerdotes en Euskal Herria. Más aun teniendo en cuenta que desde diferentes instancias políticas y también eclesiásticas le llegarán informes e interpretaciones, en ocasiones sesgados, sobre la realidad de nuestra situación que contribuyen a crear confusión moral. Como representante principal de una Iglesia que quiere estar cerca de los pobres y de cuantos sufren, confiamos en su comprensión pastoral. Nuestro Pueblo siente y sabe que la raíz más profunda de sus problemas políticos y de las graves y dolorosas expresiones violentas está en un conflicto producido por la falta de reconocimiento de nuestros derechos colectivos. Como Ud. mismo afirmó con motivo de la Jornada Mundial de la paz en 1999, " .. una de las formas más dramáticas de discriminación consiste en negar a grupos étnicos y minorías nacionales el derecho fundamental a existir como tales. Esto ocurre cuando se intenta su supresión o deportación, o también cuando se pretende debilitar su identidad étnica hasta hacerlos irreconocibles. ¿Se puede permanecer en silencio ante crímenes tan graves contra la humanidad? Ningún esfuerzo ha de ser considerado excesivo cuando se trata de poner término a semejantes aberraciones, indignas de la persona humana". Creemos sin embargo que esta situación puede resolverse humana y evangélicamente como nuestros Obispos lo han pedido en numerosas ocasiones por caminos de diálogo y negociación, de respeto y de expresión libre de todas las opciones sin ningún tipo de amenazas y, sobre todo, por el ejercicio de la decisión libre de este Pueblo sin imposiciones ni recortes antidemocráticos. Como advirtió su predecesor Pablo VI, dirigiéndose a los Cardenales en la Navidad de 1974,... hasta que los derechos de todos los Pueblos, entre los que se encuentran el de autoderminación y el de independencia, no sean debidamente reconocidos y honrados, no podrá haber paz verdadera y duradera.Desde nuestra experiencia pastoral pensamos que en el derecho a la existencia de nuestro Pueblo en formas políticas democráticamente expresadas reside un paso necesario y decisivo hacia la reconciliación y la paz. Nos dolió profundamente, y así lo manifestó en dos escritos un numeroso grupo de sacerdotes, que la última Instrucción Pastoral de la Conferencia Episcopal Española, con significativos votos en contra, calificase como nacionalismo totalitario que quiere imponerse con terrorismo e ideología absolutista, las reivindicaciones de una mayoría vasca que, sintiéndose un Pueblo, reclama sus derechos humanos individuales y colectivos. Nosotros, Santo Padre, reprobamos toda clase de terrorismo, y, de manera especial, el ejercido desde el poder y dirigido por los Estados. En honor a la memoria histórica debemos manifestarle que en el origen de las violencias terroristas actuales entre nosotros están la rebelión militar, la guerra fratricida, bendecidas como Cruzada por la Iglesia, y la dictadura franquista.
Lamentamos que la citada Instrucción no mencionara ni descalificara éticamente el exacerbado nacionalismo español y la represión de la lengua y cultura vascas, tan vigentes hoy en día. La tradición secular, la conciencia actual y la praxis ética de nuestro Pueblo desea y busca la paz en la convivencia de una sociedad plural y en el respeto íntegro del derecho a la libertad de todas las personas y pueblos. Ud. mismo, Santo Padre, que experimentó como ciudadano y pastor las graves y dolorosas dificultades que durante años impidieron a su patria, Polonia, ser libre y dueña de su destino, sabrá comprender nuestra sensibilidad, deseos y aspiraciones. Nuestra responsabilidad pastoral y amor a Euskal Herria y a los demás Pueblos de la tierra, nos llevan a solidarizamos con tantas personas de ideologías diversas que sufren y son víctimas de un conflicto político, intencionadamente mantenido, que puede resolverse por las vías democráticas de respeto a todos los derechos humanos, tal como Ud. ha subrayado y pedido en repetidas ocasiones.
Somos conscientes de las dificultades que implican tal reconocimiento y ejercicio democrático, dada la complejidad de la situación que vivimos, agravada a lo largo de estos años por las violaciones de derechos humanos fundamentales con muertes, torturas, atentados, represiones, amenazas y recortes de las libertades democráticas, incluida la penosa situación de las presas y presos, alejados de su tierra. Como afirmaba el cardenal Roger Etchegaray en declaraciones durante una visita a su tierra vasca natal, "el Pueblo vasco ya ha sufrido bastante, el diálogo debe sustituir a la violencia y los políticos deben mostrar lucidez y coraje". Esperamos, Santo Padre, que en su viaje al Estado español promueva esa voluntad política para superar todas estas situaciones de sufrimiento.
Nuestro servicio pastoral dentro de la Iglesia en Euskal Herria está hoy íntimamente unido y comprometido en la construcción de la paz, como insisten continuamente nuestros Obispos y es el empeño cristiano general. Sabemos que no es fácil acertar con los medios adecuados para llegar a esa paz basada en la justicia, teniendo en cuenta los graves enfrentamientos que nos separan. Por eso esperamos, Santo Padre, que su presencia en el Estado español y su visita a las comunidades cristianas sean un signo e impulso de reconciliación. Compartimos su profunda sensibilidad por todas las personas y Pueblos que han sufrido y sufren las consecuencias de diversas violencias y terrorismos, expresión en última instancia de la ausencia de diálogo. Nos unimos a sus reiteradas llamadas por desgracia no escuchadas con frecuencia para evitar todas las guerras y violencias. Apoyamos su trabajo incansable por la paz y por conseguir relaciones fraternales y reconciliadas entre todos los Pueblos, en especial con los más pobres y marginados. Admiramos su testimonio evangélico de pedir perdón por las graves injusticias en las que la Iglesia ha sido culpable y sería visto con agrado que invitase a la Iglesia española a una petición de perdón por su complicidad histórica en el enfrentamiento civil y en el posterior régimen represor de derechos humanos. Le expresamos estas preocupaciones, sentimientos y deseos desde nuestra responsabilidad evangelizadora. Lo hacemos en comunión dentro de nuestra Iglesia en Euskal Herria y solidarios con los demás Pueblos de la tierra.
Desde aquí queremos recordarle una vez más que estamos y nos sentimos divididos eclesiásticamente. Pensamos que la unión pastoral de nuestras iglesias locales en una única Provincia Eclesiástica Vasca, con Iruñea/Pamplona como arzobispado, secundando el parecer y deseos expresados desde hace años por el pueblo cristiano y la mayoría de los obispos vascos, sería un importante signo eclesial de reconciliación y de servicio pastoral a este Pueblo. Confiamos y deseamos que su visita sea un signo evangélico de buena noticia a los pobres, de libertad de los cautivos, de fraternidad y de acercamiento a los que más sufren y de paz justa para todos los Pueblos en el reconocimiento de todos los derechos propios de la dignidad humana y de su condición de hijas e hijos de Dios. Desde la comunión eclesial en Cristo le saludamos con respeto y fraternidad
2.- Euskal Herria, actualmlente es un pueblo dividido artificialmente y minorizado culturalmente. Padece una división territorial, política y cultural impuesta violenta e irracionalmente a nuestro pueblo. Y es esa misma e injusta división la que acepta nuestra iglesia para su organización juridica y pastoral. Aunque tenga que resignarse en la práctica a la realidad que es más terca que las leyes y los deseos.
3.- Igualmente, o como consecuencia de ello, nuestra iglesia está pastoralmente fraccionada por intereses políticos ajenos a su misión. Nos referimos concretamente a la organización de la Iglesia de Dios que vive en Euskal Herria, en Diocesis y como Provincia eclasiástica. Sin hablar de una conferencia episcopal vasca, que también ha formado parte de las reivincicaciones de nuestras comunidades cristianas.
4.- Se trata de un viejo problema no resuelto, que incide en la posibilidad real de una inculturación liberadora de la fe en la reallidad, las necesidades y la matriz cultural de nuestro pueblo. "El pueblo vasco tropieza con serios obstáculos para poder conservar su propia identidad... Su propia lengua está sometida a notorias restricciones", decía ya el perseguido obispo de Bilbao, Añoveros en la famosa homilía que se predicó en todas las parroquias de Bizkaia el 24 de febrero de 1874. Y esta situación no ha desaparecido y es más relevante actualmente en Nafarroa. 5.- La vieja y sentida exigencia de la constitución de una provincia eclesiástica vasca, que responda al hecho cultural diferenciado y no a intereses políticos, viene de muy lejos y vuelve a emerger en todos los momentos críticos.
6. Sin embargo, porque los hechos y las realidades son como son, las cinco diocesis vascas mantienen y han mantenido siempre niveles, a veces intensos, de colaboración y de coordinación de la pastoral entre ellas, tanto a nivel oficial, entre sus obispos y sus curias, como en el marco de la pastoral de nuestra iglesia popular vasca a través de los cinco diocesis.
NOTICIAS - BERRIAK
Para estar al tanto del día a día de nuestro pueblo y de nuestra iglesia, podeis recurrir a la página de enlaces donde encontrareis periodicos, revistas o direcciones electrónicas de las distintas diocesis...
Benito XVI, obispo de Roma, pide esfuerzos por la paz en EH.La primera reaccion de la Conferencia episcopal española fue coincidente con la postura de Rajoy y el PP y calificón el Alto a fuego permanente de ETA como algo "insuficiente". Los obispos vascongados y el obispo de Baiona reaccionaron anunciando tiempos de esperanza y de oportunidades... Ahora, el obispo de Roma, Benito XVI, da su espaldarazo a nuestros obispos...
Orientaciones de los obispos de vascongadasante el Alto el fuego de ETA.Como viene siendo habitual, también ahora, los obispos de Bilbo, Gazteiz y Donosti, y no así Fernando de Sebastián, obispo de Iruña, desligan a las comunidades cristianas vascas de la orientación de la conferencia episcopal española, y dan una linea de aceptación y de esperanzas frente a la proclamación del Alto al fuego permanente de Eta.
El espíritu de Cisneros vuelve a revolotear sobre el castillo de XabierParece que de nuevo los aires de la conferencia episcopal española estuviera preparendo un documento sobre el "valor eterno" o "bien común" de España para imponer otro mandamiento de la ley de Dios: "Amad a España". Se nos amenaza nuevamente con que "“El Episcopado español está preparando afanoso un documento político, que no religioso, sobre la unidad de España como un gran bien moral. ¿Gran bien moral para quién?”.Solidaridad con los enjuiciados en el macrojuicio 16/98 Uno de los hechos mas significativos donde se refleja de manera clara la problemática que vive el pueblo vasco en estos momentos es el Macrojuicio que se está llevando a cabo en la casa de Campo de Madrid contra la mayoría de los movimientos populares de Euskal Herria.
Solidaridad con las victimas de la masacre de Gazteiz marzo del 76El 3 de marzo de 1976 aconteció el asesinato de los cinco obreros que estaban realizando una asamblea en el templo de San Francisco de Gazteiz. Alrededor de este hecho nacio la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria...
El obispo de Bilbo presidente de la Conferencia episcopal española.Ha resultado una gran sorpresa para casi todos el nombramiento del obispo de Bilbao para la presidencia de la conferencia episcopal española... desbancando a los cardenales y arzobispos que aspiraban... El arzobispo de Toledo aboga por «la unidad de España»·Afirma que «es un problema que atañe a una cuestión moral». Ahora recibimos la noticia de que ha sido nombrado cardenal por el Papa Benito XVI.
Mons. Uriarte, obispo de Donostia, en la homilia de la fiesta de San Ignacio, afirma que, en el estado, la división de poderes debe ser clara: «Ha de evitarse incluso toda apariencia de subordinación entre estos tres grandes pilares del Estado»
Anasagasti (AEJ) acusa al arzobispo de Madrid de ser "representante del PP en la conferencia episcopal de obispos y no el pastor universal"
El cardenal Roger Etchegaray, conscientemente navarro de Iparralde (Behe Nafarroa), recibe el premio a la Paz de parte de la UNESCO.
A Su Santidad, el Papa Juan Pablo II.
(En la pasada Semana de Pascua-2003, 530 sacerdotes de toda Euskal Herria han enviado esta carta, juntamente con todas las firmas, al Papa Juan Pablo II, a través del nuncio apostólico de Su Santidad en Madrid. Asimismo, ha sido entregada una copia de la misma a los obispos de Baiona, Bilbao, Pamplona/Tudela, San Sebastián y Vitoria. He aquí el texto)Santo Padre : Su próxima visita al Estado español nos mueve a dirigirle esta carta firmada por sacerdotes de la Iglesia en Euskal Herria de la que forman parte las diócesis de Baiona, Bilbao, Pamplona/Tudela, San Sebastián y Vitoria donde colaboramos desde nuestro ministerio pastoral para hacer presente el reino de Dios de justicia, de amor y de paz en medio de los conflictos que como Pueblo vivimos. Atendiendo su deseo de escuchar y relacionarse con los Pueblos donde vive la Iglesia que Ud. preside en la caridad, deseamos presentarle nuestras inquietudes vividas como sacerdotes en Euskal Herria. Más aun teniendo en cuenta que desde diferentes instancias políticas y también eclesiásticas le llegarán informes e interpretaciones, en ocasiones sesgados, sobre la realidad de nuestra situación que contribuyen a crear confusión moral. Como representante principal de una Iglesia que quiere estar cerca de los pobres y de cuantos sufren, confiamos en su comprensión pastoral. Nuestro Pueblo siente y sabe que la raíz más profunda de sus problemas políticos y de las graves y dolorosas expresiones violentas está en un conflicto producido por la falta de reconocimiento de nuestros derechos colectivos. Como Ud. mismo afirmó con motivo de la Jornada Mundial de la paz en 1999, " .. una de las formas más dramáticas de discriminación consiste en negar a grupos étnicos y minorías nacionales el derecho fundamental a existir como tales. Esto ocurre cuando se intenta su supresión o deportación, o también cuando se pretende debilitar su identidad étnica hasta hacerlos irreconocibles. ¿Se puede permanecer en silencio ante crímenes tan graves contra la humanidad? Ningún esfuerzo ha de ser considerado excesivo cuando se trata de poner término a semejantes aberraciones, indignas de la persona humana". Creemos sin embargo que esta situación puede resolverse humana y evangélicamente como nuestros Obispos lo han pedido en numerosas ocasiones por caminos de diálogo y negociación, de respeto y de expresión libre de todas las opciones sin ningún tipo de amenazas y, sobre todo, por el ejercicio de la decisión libre de este Pueblo sin imposiciones ni recortes antidemocráticos. Como advirtió su predecesor Pablo VI, dirigiéndose a los Cardenales en la Navidad de 1974,... hasta que los derechos de todos los Pueblos, entre los que se encuentran el de autoderminación y el de independencia, no sean debidamente reconocidos y honrados, no podrá haber paz verdadera y duradera.Desde nuestra experiencia pastoral pensamos que en el derecho a la existencia de nuestro Pueblo en formas políticas democráticamente expresadas reside un paso necesario y decisivo hacia la reconciliación y la paz. Nos dolió profundamente, y así lo manifestó en dos escritos un numeroso grupo de sacerdotes, que la última Instrucción Pastoral de la Conferencia Episcopal Española, con significativos votos en contra, calificase como nacionalismo totalitario que quiere imponerse con terrorismo e ideología absolutista, las reivindicaciones de una mayoría vasca que, sintiéndose un Pueblo, reclama sus derechos humanos individuales y colectivos. Nosotros, Santo Padre, reprobamos toda clase de terrorismo, y, de manera especial, el ejercido desde el poder y dirigido por los Estados. En honor a la memoria histórica debemos manifestarle que en el origen de las violencias terroristas actuales entre nosotros están la rebelión militar, la guerra fratricida, bendecidas como Cruzada por la Iglesia, y la dictadura franquista.
Lamentamos que la citada Instrucción no mencionara ni descalificara éticamente el exacerbado nacionalismo español y la represión de la lengua y cultura vascas, tan vigentes hoy en día. La tradición secular, la conciencia actual y la praxis ética de nuestro Pueblo desea y busca la paz en la convivencia de una sociedad plural y en el respeto íntegro del derecho a la libertad de todas las personas y pueblos. Ud. mismo, Santo Padre, que experimentó como ciudadano y pastor las graves y dolorosas dificultades que durante años impidieron a su patria, Polonia, ser libre y dueña de su destino, sabrá comprender nuestra sensibilidad, deseos y aspiraciones. Nuestra responsabilidad pastoral y amor a Euskal Herria y a los demás Pueblos de la tierra, nos llevan a solidarizamos con tantas personas de ideologías diversas que sufren y son víctimas de un conflicto político, intencionadamente mantenido, que puede resolverse por las vías democráticas de respeto a todos los derechos humanos, tal como Ud. ha subrayado y pedido en repetidas ocasiones.
Somos conscientes de las dificultades que implican tal reconocimiento y ejercicio democrático, dada la complejidad de la situación que vivimos, agravada a lo largo de estos años por las violaciones de derechos humanos fundamentales con muertes, torturas, atentados, represiones, amenazas y recortes de las libertades democráticas, incluida la penosa situación de las presas y presos, alejados de su tierra. Como afirmaba el cardenal Roger Etchegaray en declaraciones durante una visita a su tierra vasca natal, "el Pueblo vasco ya ha sufrido bastante, el diálogo debe sustituir a la violencia y los políticos deben mostrar lucidez y coraje". Esperamos, Santo Padre, que en su viaje al Estado español promueva esa voluntad política para superar todas estas situaciones de sufrimiento.
Nuestro servicio pastoral dentro de la Iglesia en Euskal Herria está hoy íntimamente unido y comprometido en la construcción de la paz, como insisten continuamente nuestros Obispos y es el empeño cristiano general. Sabemos que no es fácil acertar con los medios adecuados para llegar a esa paz basada en la justicia, teniendo en cuenta los graves enfrentamientos que nos separan. Por eso esperamos, Santo Padre, que su presencia en el Estado español y su visita a las comunidades cristianas sean un signo e impulso de reconciliación. Compartimos su profunda sensibilidad por todas las personas y Pueblos que han sufrido y sufren las consecuencias de diversas violencias y terrorismos, expresión en última instancia de la ausencia de diálogo. Nos unimos a sus reiteradas llamadas por desgracia no escuchadas con frecuencia para evitar todas las guerras y violencias. Apoyamos su trabajo incansable por la paz y por conseguir relaciones fraternales y reconciliadas entre todos los Pueblos, en especial con los más pobres y marginados. Admiramos su testimonio evangélico de pedir perdón por las graves injusticias en las que la Iglesia ha sido culpable y sería visto con agrado que invitase a la Iglesia española a una petición de perdón por su complicidad histórica en el enfrentamiento civil y en el posterior régimen represor de derechos humanos. Le expresamos estas preocupaciones, sentimientos y deseos desde nuestra responsabilidad evangelizadora. Lo hacemos en comunión dentro de nuestra Iglesia en Euskal Herria y solidarios con los demás Pueblos de la tierra.
Desde aquí queremos recordarle una vez más que estamos y nos sentimos divididos eclesiásticamente. Pensamos que la unión pastoral de nuestras iglesias locales en una única Provincia Eclesiástica Vasca, con Iruñea/Pamplona como arzobispado, secundando el parecer y deseos expresados desde hace años por el pueblo cristiano y la mayoría de los obispos vascos, sería un importante signo eclesial de reconciliación y de servicio pastoral a este Pueblo. Confiamos y deseamos que su visita sea un signo evangélico de buena noticia a los pobres, de libertad de los cautivos, de fraternidad y de acercamiento a los que más sufren y de paz justa para todos los Pueblos en el reconocimiento de todos los derechos propios de la dignidad humana y de su condición de hijas e hijos de Dios. Desde la comunión eclesial en Cristo le saludamos con respeto y fraternidad